Érase un príncipe muy admirado en su reino.Todas las jóvenes que querían casarse deseaban tenerle como esposo. Pero él no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con zapatillas y una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar. Un día dijo en voz alta:
-Eres tan cariñosa y adorable que si fueras mujer me casaría contigo.
-Tus deseos se han cumplido.
El joven, deslumbrado, s encontró de pronto junto a Zapaguilde, convertida en una bellísima muchacha.
Al día siguiente celebraba la boda y todos los nobles acudieron al banquete.
Se emocionaron ante la hermosa y dulce novia.
-Tus deseos se han cumplido.
El joven, deslumbrado, s encontró de pronto junto a Zapaguilde, convertida en una bellísima muchacha.
Al día siguiente celebraba la boda y todos los nobles acudieron al banquete.
Se emocionaron ante la hermosa y dulce novia.
Autora: Amalia Lozano España
