Érase una vez unos hermanos que siempre jugaban juntos. Un día un doctor malvado llamado Paradigma le mezcló su médula con la de un tiburón. Se convirtieron en un ser con la cintura para arriba de tiburón y de ahí para abajo de ser humano. Ellos poco a poco salvaban a gente pero la policía creía que eran delincuentes, pero de tanto salvar personas los habitantes de su ciudad protestaron hasta que también la policía decía que eran héroes.
Redactado por Pedro Fernández Martín.
Redactado por Pedro Fernández Martín.