miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL ANCIANO MOLINERO


Erase una vez un anciano molinero muy sabio y testarudo que se llamaba Joe. Tenía un perro de pelo blanco, rizado y largo llamado Jack y también un burro cabezota, de cabello gris llamado Jon.


El anciano vivía en un viejo molino que tenía grietas, tejas rotas y un ala del molino rota. Un joven llamado Esteban, castaño, de ojos marrones y alto fue a pasar las vacaciones allí. No sé si fue cosa del destino pero se hicieron tan amigos que hasta el molinero se mudó a aquel pequeño pueblo acogedor donde él y otra mujer de su edad se conocieron.


Aquella mujer se llamaba Esmeralda y el calor de sus ojos era igual que el de sus cabellos, negros como el azabache. Hasta que tanto se conocieron que en menos de un año fue una magnífica boda. Y vivieron felices con su amigo, su perro y su burro.




Por Andrea Úbeda Valero.